
Humildad, ven y ven para quedarte.
Llévate mis posesiones, mis estudios, mi orgullo,
altivez, prepotencia, todo lo que piense que ha sido
debido a mis logros.
Humildad, ven y ven para quedarte.
Borra los yo, los gracias a mí, los tenía razón,
los prejuicios y con ello los perjuicios
que haya podido causar…
Las posibles miradas por encima del hombro,
los distintos juicios en mi mente
dependiendo de si llevas traje de chaqueta
o vas descalzo por la calle…
Los yo no lo haría así, ese no sabe lo que hace…
El pensar que puedo ser superior por el hecho de haber
tenido más suerte y no haber nacido en otro lugar…
la falsa creencia de que lo intelectual es lo que nos saca del hoyo.
La lástima al ver a gente que lo pasa mal
porque ha tenido menos suerte o llámalo “X”.
No quiero tener lástima de nadie.
Todos somos la misma tierra, solo que unos nacieron en un desierto y otros en plena pradera…
Pero en todos los lugares crecen flores,
en todos sitios surgen frutos.
Humildad, ven.
Y ven para quedarte.
Sara González